sábado, 28 de febrero de 2015




Sărbătorile poeziei


Gellu Naum (1915-2001)







Graduado en Filosofía y Letras en Bucarest, continúa sus estudios

humanísticos en París. A partir de 1934 publica versos de visible actitud

surrealista, siendo uno de los más destacados exponentes de la vanguardia.




Muestra una fascinante predilección por las asociaciones

imprevistas. Es uno de los mejores traductores rumanos de

las literaturas francesa, alemana, checa y yugoslava.

Obra. Poesía: El caminante incendiario; La libertad de dormir sobre una

frente; El corredor del sueño; El terrible prohibido; Vasco da Gama; El

castilo de los ciegos; El espectro de la longevidad; Médium; Poemas

sobre nuestra juventud; El sol tranquilo; El libro de Apolodor; Athanor.



Caparazón

La ciudad tenía solamente una casa,

la casa tenía solamente un cuarto,

el cuarto tenía solamente una pared,

la pared tenía solamente un reloj,

el reloj tenía solamente una aguja.

Y durante todo ese tiempo los niños

crecían y hacían una sola pregunta,

mientras que los adultos,

inciertos y arrogantes,

se disminuían, se disminuían sonriendo.


Gellu Naum - Desen, 1940













Ciclo

Cada otoño y primavera

el abuelo atravesaba con las ovejas

el espacio cárpato-balcánico,

ida y vuelta,

y las ovejas balaban

expresando de este modo

las mudas leyes de la migración.



Un día las ovejas murieron.



En su vagabundaje solitario

el abuelo se dejó crecer unos largos bigotes

y empezó a cuidar una manada de piedras.



Después el abuelo se murió también,

los bigotes crecieron cada vez más largos,

las piedras bajaron a la tierra

y empezaron a pacer sus bigotes.




Mucho mejor

Es mucho mejor tener hojas, mucho mejor

quedarte en cualquier parte lleno de hojas,

en cualquier parte de tu contorno de frescura.



Al estar solo no puedes leer más tus libros anaranjados,

ni sentarte de pies cruzados sobre un banco

ni siquiera dejar el sombrero cerca de donde estás,

tampoco dibujar con tiza sobre el asfalto.



Pero cuando las lluvias te hacen más lento,

puedes acudir sin prisa y salir por las calles,

detrás de ti se queda una mancha redonda inmensa,

en la cual puedes dejar el sombrero como una fruta.




La hermana del sol

 
Gellu Naum cu Vasco Popa, Bucureşti 1962













Durante el verano, cuando pasaba por el camino

haciendo círculos con sus rodillas sobre la arena,

yo empezaba a cosechar mis árboles.



Para cada palabra rechazaban otras cinco,

le decía Hermana del Sol y la quería

con un amor que no era redondo sino rueda.



Ella era madre, novia y rueda

sobre una tierra fangosa y sin ruidos

y todo andaba bien como dentro de una patata.



Los demás reconocían en nuestros ademanes

las claras voces de sus huesos

y para no oír las hondas llamadas,

se tapaban los oídos con hierbas.



Por encima pasaban los pájaros,

que no se detienen nunca en parte alguna.



Era el tiempo del ojo

cerca de un puente, cerca de una vía de ferrocarril.




Gellu Naum cu Oskar Pastior - Comana, 1999














Paramos


Paramos para descansar.



Llegamos desde muy lejos y nos hallamos muy lejos aún.



Nuestra arcilla tiene algo de piedra,

nuestra rojiza arcilla

llena de serpientes que se encienden,

pero no sé decir a los demás, sobre todo a las muchachas,

que hemos hecho el amor sobre mazorcas de maíz

y que desde entonces yo soy el maíz,

no sé como decirles sin espantarlas

que vivo dentro de una rotación implacable.



Ellas duermen de pie sin moverse,

en sus arcas de miel y de leche

y se aprietan una contra otra para calentarse.



Un viejo está roncando en sus sueños,

lo estoy oyendo y para tranquilizarle

imito el canto del gallo.

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© Darie Novăceanu - 2015