miércoles, 2 de julio de 2014





Cu cărţile pe faţă 


2.Tudor Arghezi şi George Bacovia în spaniolă                                                
                   

Către
Institutul Cultural Român

Domnului Preşedinte

Horia-Roman Patapievici 
   Aleea Alexandru, 38
   011824  Bucureşti 

Stimate domnule Preşedinte,


Vă supun atenţiei propunerea publicării în Spania a două volume de poeme din opera lui Tudor Arghezi şi George Bacovia, în selecţia, traducerea şi prezentarea mea.

Şi aş dori să ştiu care este disponiblitatea Institutului Cultural Român de a sprijini acest proiect în cadrul Programului Publishing Romania pentru a proceda la îndeplinirea diligenţelor fireşti în materie.

Am în vedere ediţii bilingve, apreciind că interesul cititorilor spanioli pentru astfel de cărţi a crescut mult în ultima vreme şi, în acelaşi timp, sunt bine primite şi de către românii aflaţi, de voie sau de nevoie, în Spania.

Posibilitatea publicării fără un astfel de sprijin este destul de redusă şi chiar dacă în alte cazuri am reuşit s-o realizez, demersurile de până acum au fost infructuoase.

Evident, mă interesează editurile de prestigiu, care-şi mai îngăduie luxul unor colecţii de poezie, reuşind să aibă si o foarte bună distribuţie.

Am optat pentru cei doi poeţi - Răsăritul şi Nordul poeziei noastre unul lângă altul, pentru că după Blaga - Apusul - publicat anul trecut la Zaragoza, fără implicarea Institutului -, vreau să închid această îndeletnicire, lăsând Sudul - Barbu - în seama celor ce vin după mine.

In selecţia mea, anexă la aceste rânduri, e vorba de : Arghezi - 99 poeme, 1168 versuri; Bacovia- 72 poeme, 682 versuri.

In funcţie de disponibilitatea la care fac referire, voi contacta câteva edituri spaniole şi voi prezenta Institului Cultural Român valoarea cheltuielilor, defalcate pentru fiecare operaţie în parte.

Nu-mi cereţi, vă rog, completarea formularelor tip, nici însoţirea acestei scrisori cu obişnuitul curriculum vitae.

In aşteptarea răspunsului dumneavoastră, vă asigur de toată preţuirea mea.

Madrid – 10 aprilie 2008


TudorArghezi

(1880-1967)













El más importante poeta rumano moderno. Custodio de una galería de arte en Bucarest, químico, monje, vendedor de periódicos en París, relojero en Ginebra, estudiante en Friburgo, profesor de historia de las religiones en una escuela militar.
 Publica su primer poema a los 16 años y el primer libro de poesía a los 47. Redactor, director y fundador de revistas y periódicos, fue encarcelado por colaboracionista (1918- 1919) y por su actitud antifascista conoció los campos de concentra­ción (1943).
Su obra es modelo de perfección idiomática. Reanimó for­mas literarias desusadas e inventó otras, tales como la "tablilla", inge­niosa mezcla de narración y ensayo penetrada de un lúcido lirismo. Obra: Poesía: Palabras adecuadas; Flores de moho; Librito para el ano­checer; Versos; Cien poemas; La colmena; Canción del hombre; Versos escogidos; Hojas; Juegos de niños; Poemas nuevos; Siete hermanos; Cadencias. Narrativa: Tablillas del país de Kuty; Los ojos de la Virgen; El cementerio de la Anunciación; Lina; Imágenes de madera; La puerta negra; Páginas del pasado; Mundo viejo, mundo nuevo.

Mi dolor

Mi dolor de los viernes es más suave el  domingo.
Lo sufro, sobre todo, cuando alguna campana
dobla deste una torre.
Siento piedad y asco por los días
de la semana. El año está sombrío,
creció el tiempo.
La hora de un pasado extinguido me llama
y no hay modo de salir de esta hora
entre cenizas y humo.
Aún me tienta el amor por el tiempo
porque parece mío,
tanto en el miedo como en el valor.
¿Eres un héroe? ¿Eres un cobarde?
Hombre arrastrado como un trapo roto,
de los siete botones quedan cinco,
Dos se perdieron:
uno entre las peñas,
otro hundido en el valle.
Oyelo...Cae hacia la eternidad.

Otoño tardío

Bajo la soledad de noviembre,
y en cuanto alcanza la vista,
se derrama el parque
envuelto en el sueño fúnebre
de los espejos humeantes.

Y es que entre los árboles, milenariamente enfermo,
oscuro en sus profundidades, se extiende un lago,
y la sangre de las viñas y los castaños
flota sobre la superficie cobriza del agua.

Por entre los árboles, mi tristeza mira el horizonte
como un cuadro que no comprendiera:
¿detiene el sendero en lo hondo la arboleda o la espera?
El silencio es el eco de las ramas peregrinas.

Hospital de la tristeza, del remordimiento,
donde lloras tu amor incumplido
y recuerdas, con nostalgia y sufrimiento,
su imagen jamás encontrada.

Algunos alerces se han reunido a lo lejos,
mientras el parque reza en un murmullo...
Se cierra el anochecer como un libro
y el alma queda en prenda entre sus hojas.

La ceniza de nuestros sueños

La ceniza de nuestros sueños
cierne sobre nosotros a montones,
como caen en los búcaros
los pétalos azules dañados
por algún insecto oculto en las hojas.

Se agita el viento y gime.
La tierra se une al cielo,
las ciudades son bolas y ovillos,
hondas guitarras de maldiciones
y el aire está frío como el hielo.

La tierra es un molino vacío
con larvas mendigando cobijo,
moviéndose en el polvo muerto
que se escurre en el caos...

La tierra de los sueños que se han ido.

     
G. Bacovia
(1881-1957)












Voz singular, tal vez la última importante dentro del simbolismo euro­peo. Su poesía se funda en muy pocos elementos - lluvia, metal, nieve, tristeza, soledad -, es de escaso color y repite obsesivamente ciertas palabras.
El ideal literario de Bacovia se formó en un tiempo en que la lírica europea estaba dominada por aquellos "poétes maudits", sufrien­do las influencias de Laforgue, Rodenbach, Rimbaud, Verlaine.
Asumidos orgánicamente, Bacovia construye su propio simbolismo conforme a su sensibilidad, renunciando a todo lo que era rémora un tanto barroca dentro de esta corriente. Muy elaborados, sus poemas, más allá de la economía verbal, son música pura, dejando siempre la sensación de naturalidad y espontaneidad.
Solitario, aislado, sufrido, aunque escribió poco, goza de una enorme popularidad; los poetas de todas las edades le dispensan un culto particular.
Obra: Poesía: Plomo; Chispas amarillas; Con vosotros; Comedias de fondo; Estrofas burguesas.



Soy el solitario de las plazas vacías
con tristes bombillas de luz desmayada.
Cuando las campanas claman en la noche plena,
soy el solitario de las plazas vacías.

Me acompañan carcajadas lúgubres y sombras
que asustan a los perros que vagan por los canales.
Bajo las tristes bombillas de rayos macilentos,
me acompañan carcajadas lúgubres y sombras...

Soy el solitario de las plazas vacías,
con luces y sombras enloquecedoras
que me inmovilizan y me hacen palidecer en silencio.
Soy el solitario de las plazas vacías.


Afuera nieva como nunca,
mi amada toca el clavicordio
y la ciudad descansa ensombrecida
como si fuera un camposanto,

Mi amada toca una marcha fúnebre...
mientras que yo, atónito, me asombro:
Y ¿por qué toca ella una marcha fúnebre...?
Y ¿por qué nieva como en un camposanto?

Llora ella caída sobre las teclas
y gime como en un delirio...
Desafinado se muere el clavicordio
y está nevando como en un camposanto.

También lloro yo y, temblando,
desmeleno su cabello sobre los hombros.
La ciudad descansa vacía
y está nevando como en un camposanto.

Agosto

Hay algunos muertos en la ciudad, amor mío,
por eso vine a decírtelo;
sobre el catafalco, debido al calor de la ciudad,
lentamente se pudren los cadáveres.

Los vivos también circulan podridos,
cual barro que germina con el calor.
Hiede a cadáveres, amor mío,
incluso tu pecho está un poco marchito...

Deja en los tapices intensos perfumes,
trae rosas para ponértelas encima.
Hay algunos muertos en la ciudad, amor mío,
y lentamente se pudren los cadáveres...
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R. Darie Novăceanu - 2014